mercredi 12 décembre 2012

Entrevista con Ulises Ramos, editor en Artemisa Ediciones (Valencia) – par Nadia Salif

1) Nadia Salif. ¿Qué camino siguió Usted para convertirse en editor?
Ulises Ramos. La literatura fue siempre una de mis grandes pasiones pero dedicarme profesionalmente al mundo de la edición fue casi una casualidad. En 2001 comencé a trabajar para una editorial y al cabo de un año decidí que quería hacer las cosas a mi manera. Así nació Artemisa Ediciones.

2) N. S. ¿Podría presentarnos su editorial, Artemisa Ediciones?  ¿Cual es su política editorial? ¿Qué tipo de libro publica?
U. R. Artemisa es una editorial pequeña, una empresa familiar. Publicamos sólo aquello que nos gusta, en particular clásicos de la literatura, aunque también damos oportunidad a narradores y poetas actuales. Cuidamos con mimo todos los aspectos de cada libro.

3) N. S. ¿Cuántas personas trabajan en su editorial? ¿Qué papel desempeña cada uno de ellos? ¿Cuales son las etapas en la producción de un libro?
U. R. En la editorial trabajamos sólo dos personas, mi compañera Marian Montesdeoca y yo. Nosotros llevamos adelante todos los procesos de la edición, desde la selección de originales hasta las campañas de promoción, pasando por el diseño, la maquetación y las correcciones. Esta forma artesanal de trabajar favorece la coherencia de nuestra línea editorial. Nos gusta controlar el proceso completo de producción de cada libro.

4) N. S. ¿Qué le gusta más de su trabajo?
U. R. Lo que más me emociona es el hallazgo de un buen texto que publicar.

5) N. S. ¿Cual es el primer libro que ha publicado?
U. R. Nuestros inicios fueron muy modestos, de modo que lo primero que hicimos al fundar la editorial fue publicar textos propios, El libro de Julia, de Marian Montesdeoca y mi obra Con cierto cuento.

6) N. S. ¿Cómo busca a sus autores? ¿Usted les busca o son ellos quienes contactan con Usted?
U. R. Como la mayor parte de lo que publicamos son textos clásicos, realizamos una labor de investigación continua en busca de obras inéditas en español o descatalogadas. En cuanto a los autores de hoy, casi siempre nos los hemos ido encontrando por el camino,  nos gusta su obra y les proponemos publicar con nosotros. En muy pocas ocasiones hemos publicado textos que nos enviaran de forma anónima.

7) N. S. ¿Cuántos manuscritos recibe al año y cuántos libros publica? ¿Cuales son sus criterios para elegir un manuscrito?
U. R. Recibimos cientos de manuscritos al año a pesar de ser una editorial pequeña. Al principio los leíamos todos pero ya resulta imposible, tendríamos que dedicar todo nuestro tiempo sólo a leer lo que nos llega. Aunque parezca una barbaridad, el primer filtro que pasa cualquier manuscrito es el análisis de la carta de presentación que casi siempre lo acompaña. Si la presentación que hace el propio autor de su obra no está exquisitamente redactada ni resulta interesante,  ni siquiera ojeamos el manuscrito. Sé que este procedimiento puede resultar injusto pero le aseguro que es fiable. De resto, los criterios para elegir un manuscrito no dejan de estar relacionados con nuestros gustos personales, aunque buscamos siempre un excelente dominio del lenguaje, originalidad,  profundidad…

8) N. S. ¿Cuales son sus relaciones con los autores?
U. R. Mi relación con los escritores es diferente en cada caso. Algunos de los autores que hemos publicado se han convertido en amigos para toda la vida, otros, en cambio, terminaron siendo enemigos irreconciliables. La relación entre autor y editor es compleja,  plagada de desconfianzas iniciales, de acuerdos y desacuerdos. Como editor procuro conducirme con delicadeza porque sé que cualquier crítica a una obra es tomada como un ataque personal por parte de la mayoría de los escritores.

9) N. S. ¿Publica traducciones? ¿Cuales son sus relaciones con los traductores?
U. R. En efecto, publicamos muchas traducciones. En mi opinión,  la labor de traducción está infravalorada en España, se le ha prestado poca atención. Me resulta casi ofensivo ver obras excelentes publicadas en traducciones horrendas,  un hecho muy común en el mundo editorial,  al menos en España. No hace mucho compré Moby Dick,  de H. Melville, en una edición de bolsillo de una gran editorial española. La traducción era tan mala y tan llena de errores y erratas que tuve que abandonar su lectura. Estas cosas pasan cuando se da más importancia a hacer un buen negocio que a hacer un buen libro.

10) N. S. ¿A veces tiene Usted que sugerir correcciones a los manuscritos que recibe? ¿Cómo lo hace?
U. R. A menudo. Esa es una de las funciones primordiales del editor. Siempre hay que hacerlo con sumo cuidado, ofreciendo todos los argumentos posibles y atendiendo a los del autor.

11) N. S. ¿Qué opina del libro digital? ¿Piensa que va a sustituir al libro tradicional?
U. R. Para mí, el libro digital tiene sentido cuando se dan determinadas circunstancias, por necesidades de desplazamiento o almacenaje. De resto, creo que no aporta nada nuevo a la lectura, no la mejora ni la facilita. Puede ser una buena opción si se trata de un libro de texto, de cocina o de autoayuda, pero no me veo leyendo a Dickens en formato digital, no aprecio en ello ninguna ventaja. Como a muchos lectores, me gusta sentir el libro entre mis manos, su olor, su tacto... Quizá el libro electrónico sustituya algún día al libro tradicional pero creo que eso no lo veremos en muchos años.

12) N. S. ¿Cómo ve el futuro de su editorial? ¿Cuales son sus planes?
U. R. El futuro de mi editorial es una incógnita. No sé si lograremos atravesar indemnes esta época de crisis. Por ahora hemos optado por reducir el número anual de publicaciones y esperar a ver cómo va todo. De cualquier manera, lo importante es que siga habiendo lectores que aprecien la literatura de calidad y el gozo que produce una buena obra. Lo demás, como mi propia labor de editor, es pasajero.

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